Hola:
Hoy me encuentro muy triste ya que hace pocas horas partió de este mundo, hacia el cielo de los perritos, una encantadora perrita boxer llamada Susi.
Si bien hace poco había llegado a nuestas vidas, ya que fue rescatada del maltrato que le daban en la calle.
Mis vecinos y amigos que tienen un enorme corazón la cuidaron, protegieron y alimentaron. La llevaron al médico veterinario para que la revisara, a la peluquería canina para un buen baño. Le compraron su hermoso collar y su plato para la comida, con eso ella se sentía acogida en casa y con familia que la quería.
Apenas llegó el primer día, se apropió de una pelota que tiene para jugar el otro perrito boxer existente en casa de mis vecinos. Ella andaba feliz y contenta por todos lados con su pelota.
Al pasar los días y con la buena alimentación y el ejercicio, su pelaje se había vuelto brillante y había ganado peso.
Pero hace un par de días no se quizo levantar a comer, sólo se movía para beber agua en abundancia. La llevaron al médico veterinario y le dió unos medicamentos para que se sintiera mejor, al parecer tenía problemas cardíacos. Cuando comenzó a tomar los medicamentos, de nuevo se sintió bien. Se levantó, paseaba con el otro perrito por el jardin, ladraba cuando veía algún desconocido y comía sin problemas.
Más hoy de nuevo amaneció sin querer comer (su plato lleno con la comida que le gustaba, sin tocar), apenas se levantó para tomar agua, cogeando de sus dos patas traseras. A mediodía el otro perrito ladraba muchísimo, al ir a verlo me llevó hasta donde estaba acostada Susi, la llamé y no me respondió, respiraba muy lento. El perrito la comenzó a mover con su nariz, le lamió las patas traseras y luego las delanteras y ella tampoco se incorporó. Luego él se acostó al lado de ella, le puso su cabecita sobre las patas delanteras de Susi y se puso a gemir.
La llevaron de urgencia al médico veterinario, pero ya no había nada más que hacer, ya que le vinó un paro cardiáco y se fue.
Todos la vamos a extrañar muchísimo, aunque estuvo poco tiempo en nuestra vidas, nos encariñamos mucho con esta perrita encantadora, que nos alegró día a día con su existir.
Hasta siempre Susi, todos los que te quisimos, te llevaremos en nuestros corazones.
Hoy me encuentro muy triste ya que hace pocas horas partió de este mundo, hacia el cielo de los perritos, una encantadora perrita boxer llamada Susi.
Si bien hace poco había llegado a nuestas vidas, ya que fue rescatada del maltrato que le daban en la calle.
Mis vecinos y amigos que tienen un enorme corazón la cuidaron, protegieron y alimentaron. La llevaron al médico veterinario para que la revisara, a la peluquería canina para un buen baño. Le compraron su hermoso collar y su plato para la comida, con eso ella se sentía acogida en casa y con familia que la quería.
Apenas llegó el primer día, se apropió de una pelota que tiene para jugar el otro perrito boxer existente en casa de mis vecinos. Ella andaba feliz y contenta por todos lados con su pelota.
Al pasar los días y con la buena alimentación y el ejercicio, su pelaje se había vuelto brillante y había ganado peso.
Pero hace un par de días no se quizo levantar a comer, sólo se movía para beber agua en abundancia. La llevaron al médico veterinario y le dió unos medicamentos para que se sintiera mejor, al parecer tenía problemas cardíacos. Cuando comenzó a tomar los medicamentos, de nuevo se sintió bien. Se levantó, paseaba con el otro perrito por el jardin, ladraba cuando veía algún desconocido y comía sin problemas.
Más hoy de nuevo amaneció sin querer comer (su plato lleno con la comida que le gustaba, sin tocar), apenas se levantó para tomar agua, cogeando de sus dos patas traseras. A mediodía el otro perrito ladraba muchísimo, al ir a verlo me llevó hasta donde estaba acostada Susi, la llamé y no me respondió, respiraba muy lento. El perrito la comenzó a mover con su nariz, le lamió las patas traseras y luego las delanteras y ella tampoco se incorporó. Luego él se acostó al lado de ella, le puso su cabecita sobre las patas delanteras de Susi y se puso a gemir.
La llevaron de urgencia al médico veterinario, pero ya no había nada más que hacer, ya que le vinó un paro cardiáco y se fue.
Todos la vamos a extrañar muchísimo, aunque estuvo poco tiempo en nuestra vidas, nos encariñamos mucho con esta perrita encantadora, que nos alegró día a día con su existir.
Hasta siempre Susi, todos los que te quisimos, te llevaremos en nuestros corazones.
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