martes, 15 de noviembre de 2011

Hermoso Mensaje

Hola:
Hoy he recibido en mi correo un Hermoso Mensaje, el cual me ha dado consuelo y una luz de esperanza. Al leerlo me sentí completamente identificada, por eso quiero compartirlo con ustedes.

El texto dice así:


No te preocupes, alégrate
1
  La factura del teléfono y el estado de cuenta de la tarjeta VISA 
llegan el mismo día en que se descompone el auto en la carretera
 y se acaba la comida del perro. El balance de mi cuenta bancaria 
ha alcanzado niveles bajos récord, y yo me pregunto cómo voy a 
encontrar el dinero para pagarlo todo. Tiro la correspondencia sobre
 el mostrador y hago pucheros mientras doy vueltas por la cocina, 
enojada con Dios por no cuidarme ni proveer para mis necesidades.
     Unas cuantas horas después, me reúno con una amiga para
 tomar un café que no puedo pagar en la cafetería de la esquina. 
Hablamos trivialidades durante unos minutos hasta que ella me
 dice que tiene cáncer. Lloramos juntas y, al poco rato, nos
 despedimos sin orar juntas. Vuelvo a casa y le pregunto a Dios
 enojada por qué hace sufrir a mi querida amiga. ¿Cómo es que no
 pudo cuidar de ella? Me preocupo por lo que hará y por cuánto 
tiempo vivirá.
     Voy a la iglesia el domingo por pura costumbre,
 todavía muy enojada y con una actitud amargada. 
El mensaje es sobre esperanza y la seguridad de que el Padre 
celestial sabe lo que necesitamos y escucha nuestras oraciones.
 Él recuerda a los pajarillos y los alimenta, y éstos no tienen 
necesidad de molestarse recogiendo ni guardando alimentos 
para el invierno porque Dios provee para ellos. Y así, puede 
proveer para nosotros. Confieso mi pecado de amargura.
 Cuando me voy, me siento renovada y perdonada.
     El lunes, en el buzón, encuentro una carta de una amiga 
a la que no he visto en mucho tiempo. Me siento afuera, en el pórtico,
 y abro el sobre, el cual contiene un cheque por suficiente dinero 
como para pagar las cuentas, arreglar el auto y comprar comida para el perro.
     Quito la mirada del papel y veo a un pajarillo picando en el césped.
 Mueve la cabeza, y de la nada, sale un resbaloso gusano rosado
 que se mueve entre su pico. 
El pajarillo levanta las alas y vuela hacia el sol.

     Dios tiene el control y provee. Confía en Él hoy.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras 
peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Filipenses 4:6


Gracias por enviarme este Hermoso Mensaje
cuando más lo necesitaba.
 Es como si hubieran leído mi pensamiento y 
me estuvieran respondiendo por medio de estas palabras.

Un abrazo cariñoso para todos ustedes 
y en especial para quienes me escribieron
 este Hermoso Mensaje.

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