Hola:
Desde 1998 los días 11 y 12 de Noviembre, han sido los peores en mi vida. Fuera de toda la carga emocional que llevo, por una pena que aún no supero en su totalidad, siempre ha coincidido que han ocurrido eventos desagradables en estas dos fechas.
A las 3.30 AM de mañana se cumplirán 13 años del fallecimiento de mi padre, el cual sufrió por 5 años de Leucemia, lo cual le desencadenó una hemorragia interna la noche del 11 de noviembre de 1998. Yo en ese tiempo estaba soltera y vivía con mis padres, trabajaba en un hospital de especialidad neurológica.
Cuando mi padre se hizo un chequeo de rutina, producto que su médico de cabecera encontró extraño que estuviera teniendo cuadros gripales a repetición, nos encontramos con la sorpresa que en los resultados de los exámenes venía una observación en grandes letras "Leucocitosis Mieloide". Ni idea de lo que era esto, por ello le pregunté a uno de los neurólogos que trabajaban en el hospital, ya que el médico de papá justo estaba fuera de Santiago en un congreso, este médico me explicó en detalle en que consistía esta enfermedad, cual era su evolución, sus posibilidades de recuperación, en fin su proyección de vida.
Después de tres quimioterapias orales y más de cinco transfusiones sanguíneas, su salud día a día se deterioraba más (mi padre media 1.92 mt , pesaba 100 kilos cuando estaba sano. El día que se fue, media menos de 1.80 mt y pesaba menos de 70 kilos), por eso no me extrañó que sus últimos días lo pasara en cama, ya que no tenía fuerza para levantarse y caminar. A mi madre no le conté lo que me había dicho el neurólogo, así es que ella no entendía porque yo estaba tan tranquila ese día 11 de noviembre.
Cuando llegué en la tarde de mi trabajo, me quedé en la habitación de mis padres viendo una película junto a mi papá, mientras mi mamá preparaba el té. De pronto él me dijo que le dolía mucho el estómago y que no sabía que le había caído mal. Como ha esa altura estaba usando pañales, llamé a mi mamá para poder cambiarlo y cual fue nuestra sorpresa al ver "Melena" en el pañal. De inmediato llamamos la ambulancia, mientras un vecino que es paramédico venía a ayudarnos a limpiarlo y cambiarlo, sin que mi padre se enterará de lo que ocurría. Así a las 21:30hrs aproximadamente, nos fuimos en ambulancia los tres al hospital, lo recibieron en el servicio de urgencia. Mi padre aún consiente nos decía a mi madre y a mí que no nos preocupáramos porque iba a estar bien, "para variar me van a poner suero con un analgésico, nos decía".
El médico que lo recibió, después de media hora de examinarlo, salió del box y nos dijo que no había nada más que hacer, sólo darle las buenas noches porque estaba con hemorragia interna y no lograban controlarla, lo tenían con suero y calmante, así pasamos las dos al box con nuestra mejor sonrisa y le dijimos que se tenía que quedar esa noche en el hospital, le preguntamos si necesitaba que le lleváramos algo y él nos dijo que no, que nos fuéramos a casa porque él se sentía cansado, claro que sin dolor nos dijo, y quería dormir. Así a la 2:30 AM nos vinimos a casa y una hora más tarde sonó el teléfono avisando su fallecmiento.
Ese 12 de Noviembre fue un espanto, ya ha esa altura yo había cambiado de trabajo por necesitar más ingresos, para poder solventar los gastos de los medicamentos para la leucemia de mi papá. Avisé a mi trabajo lo que me había ocurrido, pero esa gente tan poco sensible me dijeron que igual debía abrir el local comercial y que enviarían a alguien temprano a relevarme. Pues bien abrí a las 8:00, eran las 11:00 de la mañana cuando recién apareció el que me tenía que reemplazar. Me fui lo más rápido al Hospital, donde me esperaban desde las 9:00 AM, menos mal que tenía una colega que trabajaba ahí y que se preocupó de acompañar a mi mamá y de conseguir que el médico de turno firmara el acta de defunción para poder hacer los trámites de la sepultura. Mirna fue mi ángel de la guarda en esos momentos.
Después de un año de la muerte de papá, recién logré llorar. Pero esa pena aún la llevo dentro de mi corazón, como una gran herida que se vuelve ha abrir cada 11 y 12 de Noviembre.
Para colmo también en Noviembre, pero en el año 2006 partió mi mamá a reunirse con mi papá. Pero esa historia, cuando llegue la fecha se las contaré.
Por ahora me despido y les envío un fuerte abrazo.
Maryol44
Desde 1998 los días 11 y 12 de Noviembre, han sido los peores en mi vida. Fuera de toda la carga emocional que llevo, por una pena que aún no supero en su totalidad, siempre ha coincidido que han ocurrido eventos desagradables en estas dos fechas.
A las 3.30 AM de mañana se cumplirán 13 años del fallecimiento de mi padre, el cual sufrió por 5 años de Leucemia, lo cual le desencadenó una hemorragia interna la noche del 11 de noviembre de 1998. Yo en ese tiempo estaba soltera y vivía con mis padres, trabajaba en un hospital de especialidad neurológica.
Cuando mi padre se hizo un chequeo de rutina, producto que su médico de cabecera encontró extraño que estuviera teniendo cuadros gripales a repetición, nos encontramos con la sorpresa que en los resultados de los exámenes venía una observación en grandes letras "Leucocitosis Mieloide". Ni idea de lo que era esto, por ello le pregunté a uno de los neurólogos que trabajaban en el hospital, ya que el médico de papá justo estaba fuera de Santiago en un congreso, este médico me explicó en detalle en que consistía esta enfermedad, cual era su evolución, sus posibilidades de recuperación, en fin su proyección de vida.
Después de tres quimioterapias orales y más de cinco transfusiones sanguíneas, su salud día a día se deterioraba más (mi padre media 1.92 mt , pesaba 100 kilos cuando estaba sano. El día que se fue, media menos de 1.80 mt y pesaba menos de 70 kilos), por eso no me extrañó que sus últimos días lo pasara en cama, ya que no tenía fuerza para levantarse y caminar. A mi madre no le conté lo que me había dicho el neurólogo, así es que ella no entendía porque yo estaba tan tranquila ese día 11 de noviembre.
Cuando llegué en la tarde de mi trabajo, me quedé en la habitación de mis padres viendo una película junto a mi papá, mientras mi mamá preparaba el té. De pronto él me dijo que le dolía mucho el estómago y que no sabía que le había caído mal. Como ha esa altura estaba usando pañales, llamé a mi mamá para poder cambiarlo y cual fue nuestra sorpresa al ver "Melena" en el pañal. De inmediato llamamos la ambulancia, mientras un vecino que es paramédico venía a ayudarnos a limpiarlo y cambiarlo, sin que mi padre se enterará de lo que ocurría. Así a las 21:30hrs aproximadamente, nos fuimos en ambulancia los tres al hospital, lo recibieron en el servicio de urgencia. Mi padre aún consiente nos decía a mi madre y a mí que no nos preocupáramos porque iba a estar bien, "para variar me van a poner suero con un analgésico, nos decía".
El médico que lo recibió, después de media hora de examinarlo, salió del box y nos dijo que no había nada más que hacer, sólo darle las buenas noches porque estaba con hemorragia interna y no lograban controlarla, lo tenían con suero y calmante, así pasamos las dos al box con nuestra mejor sonrisa y le dijimos que se tenía que quedar esa noche en el hospital, le preguntamos si necesitaba que le lleváramos algo y él nos dijo que no, que nos fuéramos a casa porque él se sentía cansado, claro que sin dolor nos dijo, y quería dormir. Así a la 2:30 AM nos vinimos a casa y una hora más tarde sonó el teléfono avisando su fallecmiento.
Ese 12 de Noviembre fue un espanto, ya ha esa altura yo había cambiado de trabajo por necesitar más ingresos, para poder solventar los gastos de los medicamentos para la leucemia de mi papá. Avisé a mi trabajo lo que me había ocurrido, pero esa gente tan poco sensible me dijeron que igual debía abrir el local comercial y que enviarían a alguien temprano a relevarme. Pues bien abrí a las 8:00, eran las 11:00 de la mañana cuando recién apareció el que me tenía que reemplazar. Me fui lo más rápido al Hospital, donde me esperaban desde las 9:00 AM, menos mal que tenía una colega que trabajaba ahí y que se preocupó de acompañar a mi mamá y de conseguir que el médico de turno firmara el acta de defunción para poder hacer los trámites de la sepultura. Mirna fue mi ángel de la guarda en esos momentos.
Después de un año de la muerte de papá, recién logré llorar. Pero esa pena aún la llevo dentro de mi corazón, como una gran herida que se vuelve ha abrir cada 11 y 12 de Noviembre.
Para colmo también en Noviembre, pero en el año 2006 partió mi mamá a reunirse con mi papá. Pero esa historia, cuando llegue la fecha se las contaré.
Por ahora me despido y les envío un fuerte abrazo.
Maryol44
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